TESTIMONIOS
En este apartado recogemos una serie de vivencias de este gran conflicto. Por motivos de poca información, solo hemos podido encontrar de uno de los bandos, concretamente el bando comunista.
Vasili Achipov
Vasili Alexandrovich Archipov, era marino y llegó a Vicealmirante de la flota soviética. A finales de octubre de 1962 en aguas cercanas a Cuba, donde Archipov estaba como segundo de a bordo del submarino B-59. La crisis de los misiles de Cuba estaba en su apogeo, y los EE UU habían establecido un bloqueo naval de la isla caribeña. Los EE UU estaban decididos a impedir que el régimen castrista y sus huéspedes soviéticos recibiesen refuerzos, destructores estadounidenses lanzaron cargas para obligar a emerger a los submarinos que detectaban. Uno de ellos fue el B-59, que tras un prolongado bombardeo acabó por salir a la superficie, tras lo cual se retiró. El B-59 y sus hermanos llevaban a bordo torpedos nucleares, y permiso para usarlos. La decisión de usar un arma nuclear y utilizarla había sido dejada por Moscú en manos de la tripulación, pero con una salvaguarda: era necesaria la aquiescencia de los tres oficiales de mayor rango. El capitán del submarino y el oficial político dijeron ’sí’. Pero Archipov dijo ‘no’. Y el disparo que hubiese podido poner en marcha una guerra nuclear nunca se produjo. Porque un capitán de la marina soviética así lo decidió.
Stanislav Petrov
A un centenar de kilómetros al sudoeste de Moscú se halla el búnker de Serpujov-15 (1), donde en esa época se centralizaba la información proveniente de los sistemas de alerta de la URSS ante un posible ataque con misiles. El oficial al mando era un teniente coronel llamado Stanislav Petrov , a las 0:15 del 26, las computadoras interpretaron una señal de que un misil había sido disparado hacia la Unión Soviética. Petrov creyó que se trataba de un error: un ataque con un solo proyectil no tenía ninguna lógica. ¿Qué presidente norteamericano lanzaría un solo misil contra la URSS, sabiendo que la respuesta serían miles y miles? Petrov sabía que circulaban muchos cuestionamientos a la confiabilidad del sistema, y que la posibilidad de un fallo no era despreciable.
Poco tiempo después el radar detecto unos lanzamientos más, Petrov confiando en su intuición, aviso al ministro de Defensa, Dimitri Ustinov) que el sistema había emitido una falsa alarma. Y en efecto, fue un fallo del sistema.
Petrov había desobedecido sus órdenes, algo que repugna profundamente a cualquier institución militar. Stanislav PetrovPetrov fue asignado a puestos de responsabilidad menor y se retiró voluntariamente a los pocos meses, con el mismo grado. Nunca se consideró a sí mismo un héroe, sino un hombre que cumplió con su deber.
VÍDEO TESTIMONIOS
Este vídeo es un documental de bastante duración sobre la guerra fría, recomendamos su visión completa si se tiene un momento de tiempo, ya que, contiene interesantísimos relatos sobre este periodo de personas que se encontraban en diferentes bloques.